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NEUROPSICOLOGÍA DE LA AYAHUASCA: DOCTORES RESPONDEN MÉDICAMENTE Y CIENTÍFICAMENTE A PREGUNTAS TÍPICAS SOBRE ESTA MEDICINA NATURAL ENTEÓGENA

-¿ES TÓXICA LA AYAHUASCA?

«Que la ayahuasca sea una sustancia psicoactiva no implica que las dosis que se ingieren habitualmente en los rituales sean dosis que produzcan toxicidad orgánica ni cerebral. En este sentido, y de acuerdo con la ciencia toxicológica, no debe equipararse dosis psicoactiva mínima con dosis tóxica, si entendemos toxicidad como la capacidad de una sustancia para, al entrar en contacto con el organismo, producir a través de su acción química un efecto perjudicial (Baños y Farré, 2002). Con relación a los efectos de la ayahuasca sobre el organismo, los estudios
realizados con voluntarios, tanto en condiciones de laboratorio (Riba, 2003; dos Santos, 2011) como en contextos naturales (McKenna, 2004), muestran que la ayahuasca resulta, fisiológicamente, bastante segura. El impacto de la ayahuasca sobre el sistema cardiovascular es mínimo, produciendo ligeros incrementos sin implicaciones clínicas de la presión arterial y de la
frecuencia cardíaca (Riba et al., 2001, 2003; dos Santos et al., 2012).

También se ha visto que
aumenta transitoriamente las concentraciones de las hormonas prolactina, cortisol y hormona del
crecimiento (dos Santos et al., 2011, 2012) y, en cuanto al sistema inmunitario, disminuye de manera tiempo-dependiente las subpoblaciones de linfocitos CD4 y CD3 y aumenta las de células
NK o natural killers (dos Santos et al., 2011, 2012). Estas modificaciones fisiológicas transitorias no parecen desencadenar efectos negativos: en los estudios en los que se han realizado analíticas generales de sangre antes y después de la participación de los voluntarios en los
ensayos clínicos no se han encontrado alteraciones de ningún tipo en las funciones hematológicas
y bioquímicas (Riba et al., 2001; Riba y Barbanoj, 2005). En un estudio reciente en el que se evaluó la función hepática en consumidores habituales de ayahuasca (dos veces al mes o más,
durante al menos un año) no se encontraron alteraciones en la función ni en los marcadores hepáticos
(Mello et al., 2019).

  • ¿ ES LA AYAHUASCA ADICTIVA?

«En cuanto a su potencial de abuso, en los estudios de neuroimagen con voluntarios sanos se ha observado que la ayahuasca no activa áreas cerebrales relacionadas con los sistemas de recompensa del cerebro, que son los centros cerebrales que activan las drogas con potencial de
abuso como la metanfetamina, la cocaína o el alcohol. Es más, en este sentido, las pruebas existentes indican que la ayahuasca puede representar una herramienta de utilidad en el tratamiento de las adicciones (Bouso y Riba, 2014).

  • ¿ PUEDE PRODUCIR SOBREDOSIS?

«También se ha demostrado en ensayos clínicos que la ayahuasca no produce tolerancia (dos Santos et al., 2012), por lo que no es necesario aumentar las dosis para conseguir los efectos deseados, algo que, sumado, como ya se ha dicho, a los efectos eméticos (vómito), protege a los usuarios de padecer sobredosis.»

  • ¿ EXISTEN CLÍNICAS DE DESINTOXICACIÓN Y TRATAMIENTO DE ADICCIONES QUE UTILIZAN LA AYAHUASCA COMO MEDICINA?

«De hecho, hay diversas clínicas en Sudamérica especializadas en el tratamiento de las toxicomanías utilizando ayahuasca, siendo la más conocida de ellas Takiwasi, en Perú (Mabit,2007).

En un estudio reciente realizado con pacientes con depresión mayor sí se ha encontrado que la ayahuasca activa un área cerebral implicada en los mecanismos de recompensa llamada núcleo accumbens (Sanches et al., 2016), efecto que, según los autores del estudio, es exclusivo para los pacientes con depresión y contribuye a explicar el efecto antidepresivo de la ayahuasca en pacientes con depresión mayor . Uno de los primeros estudios realizados en humanos evidenció cómo muchos participantes en sesiones rituales de ayahuasca de la iglesia de la Unión del Vegetal (UDV) habían abandonado el
consumo de alcohol y de otras drogas, como la cocaína, como consecuencia de su participación en los rituales (Grob et al., 1996). Este hallazgo se ha vuelto a encontrar en estudios posteriores
con miembros de la iglesia del Santo Daime de Oregón, EE UU (Halpern et al., 2008). Un estudio con una muestra muy amplia, en el que se evaluó a 127 usuarios de ayahuasca en contextos tradicionales comparándolos con 115 controles, no encontró evidencias de criterios de adicción de acuerdo a los indicadores biopsicosociales evaluados con la escala ASI (índice de severidad de la
adicción; la escala patrón para valorar la adicción a drogas), ni encontró que el uso continuado de ayahuasca estuviera asociado con los efectos biopsicosociales nocivos ocasionados por las
drogas de abuso. Es más, los grupos de usuarios de ayahuasca consumían menos alcohol y otras drogas que los sujetos controles y estas mejores puntuaciones en los indicadores biopsicosociales
de adicción se replicaron un año después, confirmando la consistencia de los resultados(Fábregas et al., 2010).
En los últimos años se han publicado varios estudios, tanto biomédicos como etnográficos,evaluando las propiedades antiadictivas de la ayahuasca. Un estudio evaluó la eficacia de un
programa en Perú que utiliza la medicina tradicional amazónica, incluida la ayahuasca, con pacientes dependientes de múltiples sustancias (principalmente, cannabis, alcohol y cocaína), y
encontró una disminución significativa de los indicadores de la gravedad de la adicción y un aumento en la calidad de vida (Berlowitz et al., 2019). Otro estudio encontró una menor incidencia
de trastornos por abuso de alcohol y tabaco entre los usuarios religiosos de ayahuasca en comparación con la población general (Barbosa et al., 2018). En una encuesta internacional a la
que respondieron 96.901 usuarios de diferentes drogas, los usuarios de ayahuasca (500 personas) consumían menos alcohol que los usuarios de otros psiquedélicos (como LSD o
psilocibina) y refirieron tener la mejor calidad de vida de toda la muestra (Lawn et al., 2017). Otros estudios recientes mostraron evidencia de eficacia en el tratamiento de la drogodependencia en
diferentes poblaciones culturales y entornos de tratamiento (Fernández et al., 2015; Loizaga Velder y Verres, 2014; Thomas et al., 2013). Dos estudios etnográficos recientes centrados en
estudiar las propiedades antiadictivas de la ayahuasca también encontraron procesos de recuperación en sujetos como consecuencia de la participación en ceremonias de ayahuasca (Talin y Sanabria, 2017; Apud y Romaní, 2017).»

  • ¿ SIRVE LA AYAHUASCA COMO PREVENCIÓN DEL DESARROLLO DE ADICCIONES EN LA VIDA ADULTA?

«Un estudio, realizado con adolescentes pertenecientes a la iglesia ayahuasquera brasileña Unión del Vegetal (UDV), también encontró que consumían significativamente menos alcohol que los sujetos de control, concluyendo que la ayahuasca, lejos de producir abuso o dependencia, para estos adolescentes constituía un factor de protección frente al consumo de alcohol
(Doering-Silveira et al., 2005a).»

  • ¿ POR QUÉ LAS EXPERIENCIAS CON AYAHUASCA PUEDEN OPTIMIZAR NUESTRA SALUD MENTAL? ¿ PUEDE USARSE COMO UNA HERRAMIENTA DE AUTOCUIDADO COMO HACER DEPORTE O PRACTICAR MEDITACIÓN?

«Las propiedades terapéuticas de la ayahuasca se deben, probablemente, a una combinación de su efecto psicoactivo —y las experiencias subjetivas asociadas— con sus acciones farmacológicas. Activa las áreas cerebrales relacionadas con la memoria sobre eventos
personales (llamada memoria episódica) y con la toma de conciencia de emociones y sensaciones internas (Riba et al., 2006; de Araujo et al., 2011). Desde una perspectiva psicológica, varios estudios recientes mostraron que los potenciales psicoterapéuticos de la ayahuasca podrían estar relacionados con su capacidad para incrementar lo que en psicología clínica se denomina «descentramiento» (Franquesa et al., 2018; Soler et al., 2016), o la habilidad para observar pensamientos y emociones como eventos transitorios de la mente sin quedar atrapado por ellos,
así como potenciar las capacidades de mindfulness y flexibilidad cognitiva (Murphy-Beiner y Soar,
2020; Sampedro et al., 2017; Soler et al., 2018). Dichos procesos se consideran importantes en psicología clínica, pues se estima que son los responsables de —y por tanto explican— los
resultados psicoterapéuticos.
Si la ayahuasca no tiene potencial recreativo ni potencial de abuso, deben ser otras las razones por las que las personas la utilizan. Estudios de personalidad realizados con poblaciones
brasileñas y españolas usuarias de ayahuasca no han encontrado que se alcancen mayores puntuaciones en una escala que se conoce como «búsqueda de novedades» (Grob et al., 1996;
Bouso et al., 2012; Bouso et al., 2015), que es un rasgo de personalidad en el que suelen puntuar alto los usuarios de drogas de abuso. Sin embargo, los usuarios sí obtienen puntuaciones más
elevadas que la población no usuaria en otro rasgo de personalidad que se denomina «autotrascendencia» (Bouso et al., 2012; Bouso et al., 2015), que es la tendencia a albergar un
concepto trascendente de la vida, no ligado necesariamente a alguna afiliación religiosa. Estos estudios de personalidad han encontrado, en su conjunto, que las personas que utilizan
ayahuasca lo hacen por razones que tienen que ver con el desarrollo personal, la búsqueda del bienestar psicológico y una mejor adaptación al mundo. De hecho, en estos estudios se ha detectado que son personas perfectamente adaptadas e integradas en sus medios sociales,
laborales y familiares, que utilizan la ayahuasca como herramienta de mejora personal y espiritual, arrojando resultados parecidos a los de las personas que practican meditación u otras técnicas de
desarrollo y bienestar personal (Soler et al., 2016; Palhano-Fontes, 2015).

-¿QUÉ TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Y ENFERMEDADES MENTALES
PUEDEN AYUDAR A SANAR?

«Existen algunos estudios que han explorado el potencial psicoterapéutico de la ayahuasca en poblaciones clínicas. Las evidencias más sólidas se muestran en pacientes con depresión mayor
resistente a tratamiento. Un estudio reciente refirió efectos antidepresivos de la ayahuasca en pacientes con depresión mayor, efectos que se mantuvieron durante 21 días después de la administración de una única dosis (Osório et al., 2015; Sanches et al., 2016). Este efecto terapéutico se asoció con cambios cerebrales medidos con técnicas de neuroimagen, proporcionando así una demostración objetiva del cambio terapéutico (Sanches et al., 2016). Otro
estudio más reciente confirmó el efecto antidepresivo de una sola dosis de ayahuasca en un ensayo clínico controlado con placebo (Palhano-Fontes et al., 2017). En ese ensayo clínico también se encontró una disminución en la ideación suicida en el grupo de ayahuasca en comparación con el que tomó placebo (Zeifman et al., 2019), resultado que también se ha encontrado en otro estudio abierto (Zeifman et al., 2020). También se evaluó el cortisol —que
puede considerarse un marcador biológico de la reducción de la depresión y las ideas suicidas—, mostrando después del tratamiento con ayahuasca niveles similares a los de sujetos normales
(Galvão et al., 2018). La ayahuasca también incrementa los niveles de factores neurotróficos (principalmente factor neurotrófico derivado del cerebro o FNDC), los cuales están asociados a
neuroplasticidad y efectos antidepresivos, entre otros (de Almeida et al., 2019).
También se ha investigado el potencial psicoterapéutico de la ayahuasca para el tratamiento de otros trastornos psicológicos. Dos estudios han mostrado resultados consistentemente positivos al
evaluar el uso de ayahuasca en la terapia del duelo (González et al., 2019, 2020). Además, uno de ellos reflejó que estos efectos beneficiosos se mantenían tras un año de seguimiento
(González et al., 2020). Asimismo, se han encontrado resultados positivos en dos estudios preliminares en pacientes con trastornos alimentarios (Lafrance et al., 2017; Renelli et al., 2018).
Aunque la investigación sobre los efectos terapéuticos de la ayahuasca aún constituye un fenómeno incipiente, varios autores proponen que este brebaje también podría servir de utilidad
para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT) (Nielson y Megler, 2013) y los trastornos de personalidad (Domínguez-Clavé et al., 2019), así como para el tratamiento de la
conducta antisocial, entre otros trastornos propios de nuestra civilización (Frecksa et al., 2016), incluyendo la mejora de la sintomatología en algunas afecciones físicas graves, como la
esclerosis lateral amiotrófica (ELA) (ALSUntangled Group, 2017).»

¿ TIENE EFECTOS SECUNDARIOS?

El principal efecto secundario que induce la ayahuasca es náusea y vómito (Callaway et al., 1999; Riba et al., 2001; Riba, 2003; Riba y Barbanoj, 2005; dos Santos, 2011; dos Santos et al., 2012).

La acción de la ayahuasca sobre el vómito se debe, primero, a las particulares propiedades organolépticas de la bebida y, en segundo lugar, a su acción serotoninérgica (Callaway et al.,
1999). En cualquier caso, no se trata de una reacción adversa considerada de importancia por los participantes en las sesiones, sino que más bien se contempla como un potencial efecto
terapéutico denominado «la purga» en las medicinas tradicionales amazónicas (Luna, 1986, 2011), o «limpieza» (cleansing) en el contexto de las religiones ayahuasqueras brasileñas (Labate, 2004).

La «purga», en contextos de uso tradicional, se entiende como una limpieza física
y psicológica de los conflictos internos que le pueden afligir al participante y se considera parte esencial de los beneficios terapéuticos (Luna, 1986, 2011). Los efectos eméticos de la ayahuasca, de hecho, constituyen uno de los principales motivos que hacen que la ayahuasca no tenga un potencial uso recreativo.
Por último, dos estudios recientemente publicados han evaluado el perfil de efectos adversos de la ayahuasca en contextos naturalísticos. En primer lugar, Durante et al. (2020) informaron de que
los efectos adversos más frecuentes en una muestra de 614 personas consistieron en síntomas gastrointestinales, como se ha apuntado anteriormente. Sin embargo, a pesar de ser considerados como eventos adversos desde el punto de vista médico, estos efectos son realmente deseados por los usuarios, que consideran este proceso como una purga necesaria.

Sorprendentemente, el uso de medicación con receta o el hecho de tener antecedentes de diagnóstico psiquiátrico no se asociaron a sufrir más eventos adversos. También se registró una
mayor frecuencia de efectos adversos como taquicardia, mareos o temblores en la submuestra (de cincuenta personas) que presentaba algún diagnóstico de tipo psiquiátrico (principalmente,
depresión y ansiedad).

El estudio publicado por Gómez-Sousa et al. (2021), centrado en reacciones adversas agudas registradas en un contexto ceremonial y en personas que tomaban
ayahuasca por primera vez, encontró un total de siete casos en una muestra de cuarenta personas (17,5%). Cuatro de los siete sujetos cumplían criterios de diagnóstico psiquiátrico antes
de acudir a la toma de ayahuasca. Los autores destacaron el hecho de que, incluso después de haber sufrido eventos adversos agudos, los sujetos no desarrollaron síntomas psiquiátricos ni
experimentaron consecuencias a largo plazo. Por el contrario, se registraron efectos positivos, como reducción de criterios para el diagnóstico de trastornos psiquiátricos (Gómez-Sousa et al.,
2021). También se han realizado estudios de efectos a medio y largo plazo en los que no se han evidenciado alteraciones neuropsicológicas ni psicopatológicas derivadas del consumo continuado de ayahuasca. Un estudio prospectivo realizado con personas que tomaron por primera vez el brebaje encontró mejoras en medidas de salud mental y de reducción del dolor físico seis meses
después de iniciarse el consumo ritual de ayahuasca (Barbosa et al., 2005, 2009).

Otros estudios han encontrado menores índices de psicopatología y mayor bienestar psicosocial en usuarios
habituales de ayahuasca (Bouso et al., 2012; Halpern et al., 2008) y otros tres estudios no han encontrado alteraciones neuropsicológicas, evaluadas mediante pruebas de rendimiento cognitivo
en usuarios habituales de ayahuasca (Grob et al., 1996; Barbosa et al., 2016; Bouso et al., 2012; Bouso et al., 2015). Uno de estos estudios evaluó a 127 usuarios de ayahuasca con una historia
de consumo de un mínimo de quince años y los comparó con 115 controles, encontrando mejores
puntuaciones en las pruebas psicopatológicas y en algunas de las pruebas neuropsicológicas,
resultados que se mostraron consistentes en cada una de las dos evaluaciones, separadas por un año, que se les realizó a los sujetos (Bouso et al., 2012). Estudios con adolescentes brasileños
miembros de la iglesia de la UDV tampoco han encontrado alteraciones neuropsicológicas o
psiquiátricas asociadas al consumo ritual de ayahuasca (da Silveira et al., 2005; Doering-Silveira et al., 2005b).

Por último, un estudio reciente de neuroimagen con usuarios españoles de ayahuasca pertenecientes a la iglesia del Santo Daime, con un consumo mínimo de ayahuasca de cincuenta veces en los dos últimos años, encontró diferencias en el grosor de la corteza cerebral de los
usuarios de ayahuasca comparados con los controles. Estas diferencias en grosor cortical sólo correlacionaron con la variable de personalidad llamada «autotrascendencia», indicando que es
posible que la ayahuasca produzca cambios en el cerebro que se manifiesten en una mayor inclinación espiritual (Bouso et al., 2015). Las personas usuarias de ayahuasca de este estudio
puntuaron igual que sus controles no usuarios en pruebas psicopatológicas y de rendimiento neuropsicológico, lo cual prueba que ese cambio estructural en el cerebro como consecuencia
probable del consumo ritual de ayahuasca no se relaciona con toxicidad cerebral, sino que se traduce en cambios en la personalidad que simplemente pueden estar reflejando una forma de ser
«diferente», no por ello patológica, como ya han evidenciado también numerosos estudios previamente citados (Grob et al., 1996; Barbosa et al., 2009, 2016; Bouso et al., 2012; da Silveira
et al., 2005; Doering-Silveira et al., 2005b; Halpern et al., 2008).

Modificaciones cerebrales se
producen igualmente tras el entrenamiento y la práctica de numerosas actividades, como por ejemplo aprender música, un fenómeno normal que ocurre en nuestro cerebro continuamente a lo
largo de la vida y que se conoce como plasticidad cerebral.

  • ¿ PUEDE HABER BROTES PSICÓTICOS? ¿ HAY PERSONAS QUE SE HAN «QUEDADO EN EL VIAJE» ,»TOCADAS» O LOCAS PARA SIEMPRE DESPUÉS DE UNA TOMA?

«Los brotes psicóticos funcionan a veces como mecanismos de defensa ante una angustia real que la ayahuasca te puede llevar a atravesar de por ejemplo algún episodio de la infancia. Son inusuales pero no se deben a que la ayahuasca tenga un componente psicosistógeno sino como parte de un mecanismo de huida de la psique que ha de acompañarse a revertir para que la persona lo atraviese abrazandolo e integrando una nueva manera de vivir lo que le afecta. Es importante cuidar de la persona para que no se dañe ni dañe a otros en esos momentos. Estos casos remiten a las pocas horas. No existen casos reportados de psicosis crónica por ayahuasca.

Se han descrito algunos efectos secundarios tras la administración de ayahuasca en contextos de laboratorio, si bien siempre se ha tratado de casos puntuales y aislados, que han remitido sin necesidad de intervención alguna (Riba y Barbanoj, 2005).

También se han documentado algunos casos de aparición de efectos psiquiátricos en contextos de uso ritual, aunque su ocurrencia resulta poco frecuente (Lima y Tófoli, 2011; dos Santos y Strassman, 2011) y se sitúa por debajo de la prevalencia de aparición de problemas psiquiátricos para la población general.

En cualquier caso, esto sugiere que la ayahuasca, en principio, está contraindicada para personas con trastornos psiquiátricos, especialmente en aquellos individuos propensos a la psicosis.»

  • ¿ LA AYAHUASCA DESTRUYE NEURONAS
    O POR EL CONTRARIO PRODUCE NEUROGÉNESIS ,NEUROPROTECCIÓN Y NEUROPLASTICIDAD CEREBRAL?

«En ese sentido, se han realizado
varios estudios evaluando in vitro las potenciales propiedades neuroprotectoras de los componentes de la ayahuasca. En uno de esos estudios, la harmina indujo una proliferación en células madre neurales humanas (Dakic et al., 2016) y en otro estudio la harmina, la harmalina y
la tetrahidroharmina, los tres constituyentes principales de la B. caapi, demostraron estimular la
neurogénesis adulta (Morales-García et al., 2017). De hecho, a finales de la década de 1920, tanto Louis Lewin como Kurt Beringer ya refirieron los efectos prometedores de la harmina para el
tratamiento de la enfermedad de Parkinson (EP) y recientemente se está revisando el potencial rol de la B. caapi en el tratamiento de la EP y de otras enfermedades neurodegenerativas
(Djamshidian et al., 2015; Fisher et al., 2018). Por otra parte, también dos estudios independientes han demostrado que la DMT produce neurogénesis y neuroprotección tanto en cultivos celulares (Berthoux et al., 2019) como en animales (Morales-García et al., 2020).

En resumen, la ayahuasca
está mostrando resultados prometedores no sólo para tratar afecciones psicológicas, sino también para actuar como neuroprotector y para promover la neurogénesis.»

  • ¿ HAN MUERTO PERSONAS A CAUSA DE TOMAR AYAHUASCA?

«A partir de las informaciones publicadas, y en algunas ocasiones completando con
entrevistas y documentos no publicados, se pueden formular hipótesis aceptables en la mayoría de los 58 casos encontrados. Vale la pena recalcar que a día de hoy ningún análisis toxicológico o examen forense ha determinado que el consumo deayahuasca causara muerte por intoxicación aguda. «
(Carlos Suárez Álvarez, 2023)
Informe completo :https://www.iceers.org/es/examinando-muertes-ayahuasca/)

¿ ES LA AYAHUASCA UN PELIGRO PARA LA SALUD PÚBLICA O PUEDEN INTEGRARSE SUS USOS MÉDICOS Y NO-MÉDICOS EN NUESTRAS SOCIEDADES OCCIDENTALES?

«En un estudio reciente realizado en España (Oña et al., 2019), se entrevistó cara a cara a 380 asistentes regulares a ceremonias de ayahuasca utilizando indicadores de salud pública, junto con indicadores de vínculos comunitarios, estrategias de afrontamiento del estrés, valores y bienestar psicosocial. Los resultados se compararon con los datos normativos de la población general española. El uso regular de ayahuasca se asoció con una mayor percepción positiva de la salud y con un estilo de vida saludable, entre otros resultados. El 56% de la muestra informó haber reducido su uso de medicamentos de prescripción desde que se empezaron a involucrar en las ceremonias de ayahuasca. Los participantes que habían utilizado ayahuasca más de cien veces obtuvieron puntuaciones más altas en las medidas de valores personales. La principal conclusión de este estudio sugiere que un uso respetuoso y controlado de la ayahuasca
tomada en entornos comunitarios puede incorporarse a la sociedad moderna con beneficios para la salud pública.
Este nuevo enfoque, basado en el uso de indicadores de salud que no fueron utilizados en estudios previos de ayahuasca, ofrece información relevante sobre el impacto de la exposición a largo plazo a la ayahuasca en la salud pública.»

-Información obtenida del informe técnico de ICEERS publicado en 2021 y firmado por 12 doctores y sustentado en una robusta bibliografía médica y científica:
https://www.iceers.org/es/informe-tecnico-sobre-ayahuasca/perfil-seguridad-ayahuasca/

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