Es aquella que recibimos cuando alguien nos apoya a despertar la visión de la Consciencia del Amor adentro de nosotros y vamos ampliando la capacidad integradora y de abrazo omniabarcante que existe inherente adentro de cada uno de nosotros. El arte del integrador es una actitud profunda ante la vida que vamos gestando y consolidando, también es la habilidad de acompañar a otros con amor mientras te acompañas a ti mismo en todo aquello que nos toca atravesar en la vida y siendo conscientes de la importancia transformadora que ejerce nuestra actitud sobre ello.
La comprensión de lo que nos ocurre es tan importante como la armonía con la incomprensión. El infinito arte de la integración es dedicarse a llegar a los rincones más sutiles del corazón del otro como llega el amor del río a cada orilla, es abrirse cada vez más con confianza a que ese suceder ocurra a través de tí en relación con los otros, no como un canal especial, sino como algo natural y totalmente accesible para el que se abra a ello.
Una manera profunda de comenzar esta labor es como facilitador en los retiros con uso consciente y responsable de ayahuasca y otros enteógenos. Después de las experiencias nocturnas con ayahuasca nos reunimos por la mañana en grupo para que los participantes puedan compartir sus experiencias y relacionarlas con su vida así como encauzar creativamente una nueva manera de verlo surgida desde la inteligencia del amor que a todos nos habita. También es importante abrir ese espacio antes de la sesión enteógena como una manera de colaborar a que la persona se enfoque en el motivo profundo que le trae al retiro y calibrarse en una actitud receptiva que le permita navegar con fluidez, permiso y entusiasmo durante la experiencia.
El arte de la integración no solo puede aplicarse a las experiencias enteógenas sino a la interpretación de cualquier suceso o situación de nuestras vidas. Es un arte de perdón, compasión y a veces también de elegante confrontación y sobre todo amor, mucho amor. De allí surge el llanto y la risa, así como la gracia y el deleite.
En la integración puedes experimentar que el «no sé» es la llave a recibir el abrazo armónico del amor en forma de palabras ,gestos y caricias. Puedes vivir que la fuente del coraje es la consciencia de nuestra inocencia esencial que nos da el respaldo , la fuerza y la energía para que ningún ataque interno o externo nos quiebre o nos detenga. Puedes ver que la fuente de nuestra expansión creativa es la consciencia de nuestra dignidad de seres infinitamente amados por la Existencia y nuestras ganas de compartir ese amor y alegría con los otros.
La integración es convertirte en un gran Hogar para el Universo entero donde todo puede retornar al Amor y experimentar así la fuerza de la integridad de sentirte a salvo en esa completitud que otorga la disposición a trascender lo que nos hace sufrir y lanzarnos al vertiginoso infinito de las posibilidades.